A pesar de
lo avances tecnológicos y el correr del tiempo, no alcanza para que la IA tenga las mismas funciones
que el hombre. El ser humano aprende a resolver problemas, crear, trabajar;
puede incluso perfeccionarse. O, también, desde el momento en que nacemos, la
raza humana tiene la capacidad de recibir y guardar la información, y a partir
de aquí, aplicarla en su vida cotidiana.
Por esto,
los robots necesitan y necesitarán siempre de la ayuda humana. En primer lugar,
para existir; y luego también, para operar. No se ha logrado hasta el día de
hoy una autonomía total de los sistemas artificiales para parecerse y/o ponerse
a la par de los seres humanos, de los cuales depende su evolución, su
mantenimiento, su operación, creación y programación.
También, es
importante y notorio el respaldo humano en la interacción entre ambos campos.
Para que el hombre se pueda comunicar con los sistemas debe adaptarse al
lenguaje propio de éstos, o si lo robots quieren comunicarse con la raza
humana, deberán ser programados para conocer la lengua propia del hombre.
Más allá de
las funciones que se le puedan adjudicar, la IA no podrá ponerse a la par de la raza humana,
el hombre las crea y su evolución estará siempre condicionada por la voluntad
de quienes los programen o perfeccionen. No llegará a colmar las expectativas
de técnicos y científicos.
http://lorenzocintron.tripod.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario